Crisis institucional

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hospitalhomeopatico

Por Martín Bonfil Olivera
Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM

México vive tiempos de crisis que nos deberían preocupar. Si permitimos que continúe y crezca, el deterioro en nuestras instituciones podría convertirse en una amenaza para todos.

Y no: no hablo de crisis política, sino académica: me refiero al muy preocupante avance de las seudociencias médicas dentro de las más importantes instituciones académicas y de salud en nuestro país.

Quizá haya usted escuchado en radio la machacona campaña del gobierno federal en que anuncia con orgullo, entre otros logros, lainauguración del Hospital Nacional Homeopático. ¿Cómo? Sí: a pesar de su probada inutilidad terapéutica, confirmada en estudio tras estudio a nivel mundial, México tiene un hospital dedicado a una de las más populares seudomedicinas.

Se trata de una historia larga: el Hospital Nacional Homeopático fue inaugurado en 1893 por Don Porfirio Díaz. Eran días en que lahomeopatía, inventada por Samuel Hahnemann alrededor de 1810, estaba de moda en el mundo. Al parecer, Díaz padecía de “una fístula en la fosa ilíaca derecha” que pudo ser curada por el homeópata mexicano Joaquín Segura y Pesado, quien aprovechó el apoyo presidencial para conseguir la construcción del hospital, proyecto con el que él y otros homeópatas habían soñado por años.

Se entiende en el contexto de principios del siglo pasado. Pero es grave pensar que todavía en pleno siglo XXI, y ante los avances de las ciencias biomédicas, tan bien representadas en muchos de los Institutos Nacionales de Salud, México siga desperdiciando dinero en un hospital que mezcla la medicina científica con una charlatanería que, como han reconocido las autoridades de salud de muchos países, entre ellos la Gran Bretaña, carece de valor terapéutico más allá del efecto placebo (es decir, nada).

evidenciagg

Pero las vergüenzas van más allá de la Secretaría de Salud: El Instituto Politécnico Nacional cuenta, también desde tiempos porfirianos, con una Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía, que se fundó en 1890 “para tener un sustento sólido de la enseñanza de la homeopatía, ya que frecuentemente era atacada”, y que hasta hoy sigue mezclando, con riesgo de causar esquizofrenia en los estudiantes, la enseñanza de la medicina científica, basada en evidencias, con las creencias homeopáticas que, como usted sabe, se basan no sólo en el principio de “lo semejante cura lo semejante”, sino también en la dilución de las sustancias “curativas” a un grado que muchas veces garantiza que no quede ni una sola molécula en la solución final, para “liberar” y potenciar sus “energías curativas”… Si la homeopatía fuera real, tendríamos que abandonar todo lo que sabemos de química.

Y ni siguiera mi alma máter, la Universidad Nacional Autónoma de México, se libra: el revelador blog La lista de la vergüenza (capítulo México) publica que la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia incluye en su plan de estudios la materia “Terapéutica para el cuidado holístico”, que incluye seudomedicinas como la digitopuntura y el “reiky” (sic), mientras que otras materias incluyen homeopatía, reflexología podal y, en “Coloquios” organizados regularmente, auriculoterapia, acupuntura, tai chi, musicoterapia,aromaterapia, flores de Bach y jugoterapia. Como se ve, todo un abanico de charlatanerías médicas, que se presenta a los estudiantes como si tuvieran algún fundamento o utilidad.

Preocupa que el sistema de salud mexicano y las principales instituciones educativas del país mezclen este tipo de seudociencias con el conocimiento científico auténtico en materia de salud. Preocupa también la ignorancia de los funcionarios que lo permiten: el presidente Peña Nieto, en su discurso de inauguración del Hospital Nacional Homeopático, obra en la que se invirtieron 671 millones de pesos, se congratula de que el hospital “incorpora la práctica de modelos clínico-terapéuticos complementarios” yrevela su infundada creencia de que la homeopatía es “un tratamiento natural que estimula [al] organismo a generar su propia curación”.

Con estos antecedentes, el futuro de la salud de los mexicanos no parece prometedor.

http://lacienciaporgusto.blogspot.mx/2014/12/crisis-institucional.html

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