
MEC. Gisela Aguilar Martínez
El estado emocional puede alterar la respuesta inmunológica de las personas y es un factor primordial, en el caso de covid-19, generando un mayor riesgo de infección, por lo que se está poniendo mayor énfasis a atender las emociones.
Los especialistas explican que ante el momento de alta infección del coronavirus es fundamental enfocarse en atender las emociones como la angustia, la tristeza, la depresión y si estas se prolongan por mucho tiempo, el sistema de defensa del cuerpo puede verse más afectado.
Existe una condición de infección asociada a elementos ambientales. El entorno del clima, espacios, contaminación, pérdida de espacios verdes, todo eso incide en la salud. La situación de la pandemia, que en México suma más de 1.6 millones de contagios y supera las 144 mil muertes, ha generado grandes cambios y esto ha influido en las emociones de las personas.

La limitación de la movilidad, el estrés, el aislamiento, el cambio en los hábitos cotidianos, la falta de sueño, el distanciamiento de los seres queridos y la pérdida de familiares y amigos alteran el mundo emocional y la manera en la que funciona el sistema inmune, estos factores son determinantes para el estado de ánimo.
Algunas enfermedades tienen de fondo la parte emocional. La sociedad en este momento está enferma, triste, deprimida y la enfermedad viral es ponerle otro punto a todo esto. Por ejemplo, en un primer momento de estrés, el sistema inmune es capaz de aumentar su respuesta y defender mejor al cuerpo, pero ante un estrés crónico o prolongado, termina agotándose y bajando la guardia ante cualquier enfermedad respiratoria, lo que pone más vulnerable a la población a contraer enfermedades. Esto, también incide en la respuesta que tiene un paciente ante el covid-19.

En el caso de que un paciente que tenga un cuadro depresivo o situación de duelo sea mucho más vulnerable a la actividad viral, por eso no es lo mismo tratar a un paciente triste que a uno contento.
Aunque cada vez se conoce más sobre el coronavirus, los médicos todavía siguen teniendo complicaciones para diferenciar los síntomas de la covid-19 con los del catarro común.
Esta situación crea un retraso en el diagnóstico, un retraso en el tratamiento y/o aplicación inadecuada de medicamentos con riesgo de complicaciones y un gasto en la economía familiar.
Si bien la gripa común, la influenza y covid-19 comparten algunos síntomas, hay ciertos datos clínicos que pueden diferenciarlos.
Por ejemplo, el periodo de incubación, el dolor corporal, pérdida de olfato y alteración del gusto, además que pueden asociarse mareos, nausea, diarrea, y progresión en algunos casos a la dificultad respiratoria con falta de oxigenación adecuada del organismo son determinantes en los casos de covid-19
Es necesario que las sociedades médicas y las autoridades de salud impulsen la capacitación del personal de salud para lograr una identificación más precisa, no exagerar en el tratamiento y evitar repercutir en la economía de la población.
Finalmente, se recomendaron a la población continuar con los cuidados de distanciamiento social e higiene básicos, pero también el uso de inmunoestimulantes que tienen una acción preventiva y cuentan con una resolución más rápida de los cuadros infecciosos.
