El estrés como factor de problemas cardiacos

Spread the love

MEC. Gisela Aguilar Martinez.

El siglo xx fue considerado el siglo del estrés. En 1929, Walter Canon definió el estrés como una reacción de lucha o huida ante situaciones amenazantes. Hans Selye, en 1935 fue considerado el padre del estrés, le cual lo definió como la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a presiones tanto internas como externas.

Los factores estresores, físicos o mentales, activan en el organismo la denominada respuesta de estrés, que es altamente compleja e implica principalmente al sistema nervioso y al endocrino. Dentro del sistema nervioso, los elementos fundamentales son el hipotálamo, situado en la base del cerebro, que actúa de enlace entre el sistema nervioso y el endocrino, y el sistema nervioso autónomo, especialmente el sistema nervioso simpático (SNS). Éste inerva principalmente el corazón, los vasos sanguíneos y la médula adrenal. Dentro del sistema endocrino están la hipófisis o pituitaria y las glándulas suprarrenales formadas por corteza y médula. La hipófisis o glándula pituitaria se encuentra conectada estructural y funcionalmente con el hipotálamo formando el eje hipotalámico-hipofisariosuprarrenal (HHSRR).

El estrés es considerado el detonante de numerosas enfermedades cardiovasculares en individuos susceptibles: isquemia cerebral (ictus) y sobre todo miocárdica (angina de pecho, infarto sintomático o asintomático). También se asocia a hipertensión arterial y a arritmias malignas. A su vez, potencia el resto de los factores de riesgo cardiovascular. Existen claras evidencias de la influencia de los ciclos endocrinos en la enfermedad cardiovascular.

El estrés obliga al corazón a trabajar más intensamente. Las coronarias, que nutren al músculo cardíaco, requieren mayor aporte energético. Además, la sangre se espesa y las arterias se vuelven menos reactivas o elásticas; se acumulan así sustancias nocivas en su pared, de forma que la sangre circula con mayor dificultad. A su vez, la fibrinolisis, que es el mecanismo defensivo que destruye los trombos, pierde efectividad. Por tanto, el sistema cardiovascular se hace vulnerable ante cualquier obstrucción y/o trombosis aguda o crónica de la placa aterosclerótica.

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel global, al provocar 17.9 millones de fallecimientos al año, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). En México, durante 2021 y con base en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 113 mil 899 personas perdieron la vida a causa de dichos padecimientos, de las cuales 62 mil 617 fueron hombres y 51 mil 276 mujeres.

Un artículo científico publicado a finales del año pasado en la revista especializada de la Asociación Médica Estadounidense, JAMA Network Open, advierte el vínculo entre el estrés y los padecimientos cardiovasculares.

También se ha demostrado que es el estrés mental o psicológico uno de los factores que más influye en sufrir un infarto al corazón, aún por encima de la obesidad, la mala alimentación, consumo de alcohol, diabetes y sedentarismo.

El estrés es la primera causa de insomnio o de mala calidad del sueño y además, las manifestaciones son tan únicas como el organismo que lo experimenta. Tanto a nivel fisiológico, como cognitivo y de comportamiento, el estrés se hace visible a través de una amplia gama de respuestas. Cada persona lo procesa de manera distinta y puede presentar señales como dolores de cabeza, acné, hábitos compulsivos o irritabilidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back To Top
Spread the love