
MEC Gisela Aguilar Martínez
En la actualidad, ser fitness está de moda. El hacer dietas, tomar licuados verdes, desintoxicar al cuerpo y ver resultados en muy corto tiempo. Esto fluctúa en rango de edad de entre 15 a 40 años. Es totalmente aplaudible cambiar los estilos de vida para estar saludable lo más que se pueda.
Pero hablemos de los tipos de ejercicios como por ejemplo correr, montar en bici, ir al gimnasio o, simplemente caminar, ayudan a nuestro cuerpo a estar en forma. Pero hay otros ejercicios muy intensos como el Cross Fit, High Intensity Interval Training (HIIT), Boot Camp, o el Functional Training. Son entrenamientos extremos que buscan llevar el cuerpo al límite de su resistencia, y generalmente conllevan una exigencia muy marcada, que, entre otros daños, puede provocar lesiones en el oído que puede ir desde un zumbido, un timbre, una pulsación, estas sensaciones, pueden ser diferentes, según la persona.

Este entrenamiento extremo puede dañar la audición, se tiene que considerar que el esfuerzo físico provoca una gran presión dentro del cráneo lo que ocasiona presión dentro de los oídos. Otro peligro es retener la respiración, esto normalmente pasa en los levantadores de pesas, por ejemplo, y esa suspensión del aire que se retiene, también produce presión en el oído interno, y el consiguiente daño.
Al hacer ejercicio, el corazón bombea más sangre para ayudar a los músculos. La sangre fluye por todo el cuerpo llegando a zonas como los oídos. El exceso de sangre se apunta como una de las causas del dolor de oídos.
En este sentido, algunas personas aseguran que, cuando el entrenamiento es más duro, la sensación en el oído es más intensa.
Si a estas peligrosas acciones se le suma el volumen alto de la música en los gimnasios, tendremos un combo peligroso para deteriorar la audición.
La pérdida de la audición deteriora la calidad de vida y provoca estrés, ansiedad e insomnio, entre otros problemas.

Según los expertos en audición, del Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación, hay dos lesiones que pueden producirse por esfuerzo: Fístula perilinfática esta es una fuga del líquido del oído interno al oído medio. Provoca inestabilidad que suele aumentar con la actividad, además de mareo y náuseas. Síndrome del mal de desembarco es una sensación de balanceo y falta de equilibrio continuo, que por lo general ocurre después de un crucero u otro viaje por mar, o incluso después de correr por un tiempo prolongado en una máquina o cinta caminadora.
Es recomendable terminar los ejercicios de manera gradual para dejar que el cuerpo recupere los niveles normales de oxígeno y de flujo sanguíneo.

