Desarrollo Sustentable ¿Mito o Realidad?

Spread the love

Por Rodrigo H. Todd Lozano

El concepto de Desarrollo Sustentable tiene muchos años en la boca de los distintos sectores de nuestra sociedad, pero fue hace 23 años, en el Informe Brundtland donde se formalizó por primera vez y se adoptó como el principio 3º de la Declaración de Rio en 1992, significando: “La Capacidad de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.

En base a dicha premisa, la mayoría de los países del mundo han efectuado compromisos no vinculatorios para el desarrollo de sus economías bajo una actuación dentro del marco del “desarrollo sustentable”. Sin embargo la realidad nos indica lo contrario.

El PIB mundial se ha incrementado en más de un 300%  en las últimas dos décadas, produciendo para algunos mejores condiciones de vida en particular para potencias en desarrollo como la China e India quienes conjuntamente representan el 40% de la población mundial. Claro, la introducción abrupta de tecnologías obsoletas para satisfacer necesidades industriales y energéticas y una creciente población con mejores condiciones de vida financiera han aumentado exponencialmente la demanda de alimentos y recursos hídricos.

Si tomamos en consideración que la población de hace 100 años era de mil millones de personas versus el día de hoy que nos acercamos a los 7 mil millones es evidente que la carga sobre nuestros recursos naturales esta colapsando los diferentes ecosistemas del planeta. Algunos colapsos son ampliamente publicitados como el cambio climático y el agotamiento y contaminación de los recursos hídricos y otros de no menor importancia ambiental no llegan a formar parte aún de los noticieros o de la preocupación colectiva.

En virtud de lo anterior, nuestros sistemas políticos y económicos adoptan con frecuencia el término de desarrollo sustentable para calmar la inquietud que se respira sobre el futuro de las próximas generaciones. Aunque la intención ha sido la correcta, el desarrollo sustentable como tal no lo conocemos aún según lo indicadores que se utilizan para medirlo.

Prueba de ello es la creciente concentración de gases de efecto invernadero que continuarán contribuyendo al cambio climático con sus ya conocidas consecuencias, el mal manejo de nuestros recursos hídricos, el vertimiento y/o mal manejo de sustancias tóxicas en nuestros suelos o cuerpos de agua, y el aún jerárquicamente superior “desarrollo económico” versus “desarrollo sustentable”.

Para algunos, el desarrollo sustentable no es posible, ya que el concepto de “desarrollo” como lo conocemos al día de hoy implica aumento en la generación de riqueza por consecuencia aumento al consumo de bienes necesarios e innecesarios. Todo lo anterior conlleva al aumento en generación de energía, mayor uso de recursos naturales para satisfacer las necesidades materiales y afectación de los ciclos ambientales y servicios eco-sistémicos.

Otros estudiosos del tema consideran que sí es posible el “retroceso sustentable”, significando estabilizar la población mundial, la generación eficiente de energía, mejores procesos agrícolas, cambiando los patrones de consumo, fortaleciendo el autoestima de una sociedad en base a valores espirituales y no materiales. Bajo la anterior hipótesis puede ser posible que nuestra presencia en el planeta encuadre en los tres pilares de sustentabilidad: La conciliación de los elementos ambientales, económicos y sociales.

Tenemos la opción de dejar a las próximas generaciones la respuesta a la pregunta  ¿desarrollo sustentable, mito o realidad? O bien comenzar el debate de ideas sobre cuál debe ser el modelo que debemos adoptar los seres humanos de este gran hogar al que llamamos Planeta Tierra. ¿Usted lector que opina?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back To Top