Ismael Vidales Delgado
María Tecla Artemisia Montessori, fue sin duda, una de las más grandes maestras y especialista en educación especial. Nació el 31 de agosto de 1870 en Italia y murió el 6 de mayo de 1952 en Holanda a la edad de 82 años. Su padre, Alessandro Montessori, era militar y su madre Renide Stoppani, era una mujer culta y rica comprometida con la liberación y la unidad de Italia.
Hacia los trece años María entró a estudiar ingeniería en una escuela técnica, pero abandonó los estudios para ingresar a los de medicina en la Universidad de Roma, convirtiéndose en 1896 en la primera mujer graduada de médica. Ejerció como cirujana; trabajó en un hospital de niños; y en 1897 impartió la cátedra de Psiquiatría en la misma universidad.
Esta experiencia le permitió advertir que el problema de los niños “deficientes mentales” en muchos casos no era de índole médico sino pedagógico. Expuso sus ideas en 1898 en un Congreso Pedagógico causando admiración y el reconocimiento del ministro de educación italiano quien le encargó que diera un curso a las maestras de Roma sobre el tema que había expuesto magistralmente, el curso se convirtió en la Escuela Magistral Ortofrénica, dirigida por Montessori durante dos años.
Profundizó sus estudios en París con los eminentes médicos Jean Marc Gaspard Itard, el célebre instructor de Víctor, el niño salvaje de Aveyron; y su alumno Edouard Séguin, descubridor del síndrome de Séguin que son las contracciones musculares involuntarias que preceden a un ataque epiléptico, quienes la ayudaron a consolidar sus conocimientos sobre los problemas de la educación especial.
En enero de 1907 abrió en un barrio pobre de Italia la primera «Casa de los niños», a la que seguirían otras en todo el mundo. Su método consistía en: desarrollar la autonomía del niño; utilizar el juego para el ejercicio de los sentidos; adecuar el material didáctico a los intereses y a las proporciones físicas de los niños; dar atención personalizada; respetar la libre elección de actividades por el niño; proponer la solución de problemas prácticos interesantes; y utilizar el trabajo colaborativo.
El 31 de marzo de 1898, nació su único hijo: Mario que llevó su apellido, ya que lo procreó con su colega el Dr. Giuseppe Montesano y debido a circunstancias socio-familiares ambos decidieron mantener su relación y la paternidad de Mario en secreto. El acuerdo también era en el sentido de nunca casarse con otra persona, cosa que María cumplió a cabalidad, no así Montesano. Solamente los padres de María y unos pocos amigos cercanos sabían de Mario quien fue confiado discretamente a una familia del campo, cerca de Roma.
A la edad de 15 años, Mario se enteró que María era su madre, pues ella lo mostraba como su sobrino o como hijo adoptivo. En un viaje a EU Mario acompañó a su madre, y este viaje fue el inicio de una cálida unidad Madre-hijo que prevaleció hasta la muerte de ambos. En 1917, Mario se casó con Helen Christie, con quién vivió en Barcelona y procreó cuatro hijos: Mario, Marilena, Rolando y Renilde. Luego Mario se casó por segunda vez con la alemana Ada Pierson quien se hizo cargo de los niños. Desde 1920 Mario acompañó sistemáticamente a su madre en todas sus actividades. En 1929, fundaron la Asociación Montessori Internacional (AMI) como un órgano para supervisar las actividades de las escuelas de todo el mundo que llevaban el “Método Montessori” y garantizar la formación de los docentes.
Mario se consagró a la atención de este gran negocio, liberando a su madre de la carga administrativa de esta empresa mundial. A medida que pasaban los años la relación de María con su hijo crecía en calidez. En octubre de 1939 viajaron a la India donde María dictaría un curso de tres meses y volvería a Europa en 1940, pero los sorprendió la Segunda Guerra Mundial. Mario fue remitido por el gobierno británico que en ese entonces dominaba la India, a un campo de trabajo para civiles y a María le impusieron serias restricciones. El 31 de agosto de 1940, día del cumpleaños de María, los británicos liberaron a Mario al parecer porque un soldado había sido alumno de ella y la reconoció.
Los 16 cursos que dictó María entre 1939 y 1946 en la India, fueron traducidos por Mario al inglés y así formaron más de mil profesores en la India con el “Método Montessori.” María y Mario viajaron Inglaterra, Escocia, Roma, Berlín, Ceilán, India, Pakistán, Holanda, Francia y Estados Unidos. En 1952 ella murió, pero Mario siguió difundiendo activamente el Método de su madre, y dirigió hasta su muerte la AMI, con sede central en Holanda.
Mario perdió la vista y murió ciego el 10 de octubre de 1982, sobreviviéndole en la dirección de AMI sus hijas Renilde y Marilena, esta última ha escrito diversos textos sobre su padre, en uno de ellos dice: “Era un hombre sencillo, un hombre inocente.
Un hombre muy generoso, un hombre tímido, un hombre exuberante. Un hombre contemplativo, pero un hombre activo. Un hombre que amaba la vida con pasión y se mantuvo joven hasta el día de su muerte. Pero todos sus amores no eran nada en comparación con el amor por su madre y su obra. Un amor que todo lo abarca dominando toda su existencia. Su dedicación a ella era consciente y de libre elección… Mario Montessori, mi padre, era un hombre extraordinario.”

