
MEC Gisela Aguilar Martinez
La piel es un órgano que muestre una variedad de alteraciones enfermiza, por ejemplo: la acantosis nigricans o pigmentaria, también conocida como «enfermedad del cuello negro».
La piel funciona como un órgano fronterizo, que se encuentra expuesto a la influencia, tanto interna como externa, de muchos factores que pueden modificar su estructura.
La acantosis produce zonas oscuras, con cambios de color aterciopelados, textura rugosa y múltiples surcos. Dichas manchas aparecen alrededor del cuello, las axilas o ingle, en algunos casos puede extenderse por cualquier zona del cuerpo.
A las personas que más suele afectar es en adultos o niños obesos o con diabetes. Los niños que manifiestan esta enfermedad tienen mayor riesgo de contraer diabetes tipo 2. Las causas por las que surge este trastorno se asocian a diferentes factores o a la combinación de ellos. Los profesionales destacan los siguientes: por efectos de ciertos medicamentos, como píldoras anticonceptivas, prednisona u otros corticoesteroides; resistencia a la insulina; trastornos hormonales como quistes ováricos, tiroides poco activa o problemas con las glándulas suprarrenales; consecuencia del cáncer como respuesta a un linfoma o como consecuencia del crecimiento de un tumor canceroso en un órgano interno, normalmente el estómago, colon o hígado.

Debido a que la acantosis solo causa cambios en la apariencia de la piel, y en muchos casos esta termina aclarándose por sí sola, no existe un tratamiento establecido. Si el problema es la obesidad o resistencia a la insulina, la mejor opción será realizar actividad física regularmente. Si el trastorno es hormonal, se puede recetar ciertos medicamentos y adoptar hábitos saludables Si es producto de los efectos de algún medicamento, se podrá encontrar un sustituto o dejarlo de tomar. Cuando se trata de cáncer, se extirpa el tumor o terapias como quimio o radioterapia.
Estas opciones podrán evitar que la acantosis continúe su desarrollo, aunque la piel mantendrá el color oscuro. Una solución puede ser la aplicación de cremas, terapias aclaradoras con láser, o medicamentos orales.
Estas zonas oscuras pueden ser muy visibles y difíciles de cubrir, en especial si se presenta en el cuello o las manos. Por ello, muchos niños pueden sentir vergüenza y se sientan acomplejados por ser blanco de bullyng de sus compañeros.
Según la Asociación Estadounidense para la Diabetes, aproximadamente el 75 % de los niños con diabetes tipo 2 desarrollan acantosis nigricans. En la mayoría de los casos, controlar la diabetes y el peso es de gran ayuda para hacer menos visible las zonas oscuras de la piel.
Para ayudarlos, además de buscar la ayuda de un profesional que pueda recetar cremas o lociones blanqueadoras, los expertos recomiendan hablar abiertamente sobre la acantosis, de esta forma los pequeños sabrán que no se encuentran solos. Incluso se puede recurrir a grupos de apoyo para generar más confianza y evitar los prejuicios sobre una condición que es perfectamente normal.

