China ha puesto en marcha el FAST, el mayor radiotelescopio del mundo y su último logro espacial. Solo la bandeja del dispositivo mide 500 metros de diámetro y el complejo cubre una superficie equivalente a treinta campos de fútbol. Para su construcción, que ha durado cinco años, Pekín no ha dudado en desplazar a 9.000 habitantes de una zona montañosa de la provincia de Guizhou, en el suroeste del país.
