Como lo hemos visto a lo largo de la historia del hombre, su inteligencia se ve potenciada cuando se trata de proveer ciencia y tecnología a la milicia. Es aquí que los seres humanos buscamos aumentar la investigación en ciencia básica y producir tecnología de punta para lesionar lo más posible a nuestros “semejantes”, considerados contrarios en el juego de ajedrez humano de la política de las naciones.
Por ejemplo, dentro de las estrategias militares y aludiendo a buscar hacer el mayor daño posible al contrario, cuando el enemigo ve a un soldado rival, le dispara o lanza algún objeto explosivo para incapacitarlo, pero no para matarlo, ¿porqué? Muy sencillo, porque un soldado herido vale más que uno muerto, ya que existe una gran certeza de que dos de sus compañeros vayan por él y lo rescaten (al estilo norteamericano de “No man left behind”), y es precisamente ahí cuando el enemigo aprovecha, pues ahora tiene en la mira a tres soldados que eliminar.
Ante esto, de acuerdo al artículo de The Economist, titulado “Caught in a BEAR hug”, se nos dice que Gary Gilbert del Centro Avanzado de Investigación y Tecnología Médica del ejército de los Estados Unidos (TATRC en sus siglas en inglés) se encuentra desarrollando el robot BEAR (Battlefield Extraction – Assist Robot) cuyo objetivo en palabras de Gilbert: “es un robot móvil ágil y poderoso con la capacidad de levantar y cargar a un herido en combate, dentro de una zona peligrosa y a través de terreno desigual”.
El desarrollo ha corrido por parte de TATRC y Vecna Technologies (compañía de Maryland que inventó el robot). En palabras del inventor del robot, Daniel Theobald, “desde el principio se pensó en crear un robot con tareas generales y no solamente con objetivos específicos”. Por ejemplo BEAR puede estar realizando tareas como cargando y descargando municiones para los soldados.
Como nos lo dice el artículo de The Economist, el robot se encuentra dotado de dos brazos hidráulicos y videocámaras que proveen al usuario remoto para que pueda ver la zona y sus alrededores. También se nos comenta que existen dos formas para operar al robot, la primera con un control (joystick) que viene pegado al rifle de asalto y la otra es por medio de un guante (desarrollado por AnthroTronix) que puede sentir hacia donde se mueve la mano y así enviar al robot a su tarea y destino.
Esperemos que vengan nuevos desarrollos pero no solamente para la milicia, sino para asistir a personas con discapacidad, ayudar con el tráfico, rescatar personas en terremotos, asistente de doctores en hospitales, asistente de bomberos para rescatar lesionados, etcétera. Ojalá que el desarrollo pase de la milicia, a otros mercados, como ha sucedido en otros ejemplos tecnológicos.
