Estudios revelan poder hacer crecer las patas amputadas de las ranas, siendo un paso para la medicina regenerativa

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MEC Gisela Aguilar Martínez

Un equipo de investigadores estadunidenses ha logrado, gracias a un cóctel de cinco medicamentos, hacer crecer de nuevo las extremidades traseras amputadas en ranas adultas, acercándose un poco más al objetivo de la medicina regenerativa.

En estudios anteriores sobre regeneración de extremidades se habían hecho en animales con capacidad de crecimiento natural, como el ajolote, los nuevos hallazgos demuestran una técnica para inducir esta regeneración en un animal incapaz de regenerar extremidades por sí mismo como las ranas.

Estos descubrimientos podrían servir de base para futuros trabajos que exploren la regeneración en humanos, esto enfocado a los pacientes que han perdido sus extremidades por diabetes o traumatismos y que la posibilidad de recuperar la función mediante la regeneración natural esta fuera de su alcance.

La regeneración de piernas y brazos sigue siendo cosa de salamandras y superhéroes. Para que pudieran avanzar en esta investigación, se desarrolló un dispositivo biorreactor hecho de hidrogel llamado BioDome, que puede suministrar un cóctel de cinco compuestos prorregenerativos a una herida.

Los científicos colocaron los dispositivos a 115 ranas (Xenopus laevis) amputadas, unos con hidrogel solo y otros con el tratamiento. Tras veinticuatro horas, retiraron los aparatos y evaluaron la regeneración de las extremidades posteriores de los animales durante dieciocho meses.

Cada uno de los fármacos cumplió con un objetivo diferente, como reducir la inflamación, inhibir la producción de colágeno que provocaría cicatrices y fomentar el crecimiento de nuevas fibras nerviosas, vasos sanguíneos y músculos.

La combinación de fármacos y el biorreactor proporcionaron un entorno local y señales que inclinaron la balanza desde la tendencia natural a cerrar el muñón hacia el proceso regenerativo.

Las ranas que recibieron el tratamiento mostraron aumentos a largo plazo en la longitud del hueso, el patrón de los tejidos blandos y la reparación neuromuscular; estas pudieron usar las nuevas extremidades para nadar, de forma muy parecida a como lo haría una rana normal.

Es impresionante ver que los fármacos que se seleccionaron ayudaron a crear una extremidad casi completa. El hecho de que sólo fuera necesaria una breve exposición a los fármacos para poner en marcha un proceso de regeneración de meses de duración sugiere que las ranas, y quizá otros animales, pueden tener capacidades regenerativas latentes que pueden ponerse en marcha.

Los investigadores detectaron, en los primeros días tras el tratamiento, la activación de vías moleculares conocidas que se utilizan normalmente en un embrión en desarrollo para ayudar a que el cuerpo tome forma.

El siguiente paso del equipo es el de probar dicho tratamiento en mamíferos esperando tener éxito en los resultados.

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