Por Omar Suro
Uno de los muchos retos de los gobiernos hoy en día, es brindar a la sociedad servicios de calidad que satisfagan sus expectativas. Atender de forma eficiente y efectiva las necesidades del público, ha llevado a las administraciones gubernamentales a innovar y modernizar sus procesos, estructuras organizacionales y sistemas de gestión.
Los gobiernos se han visto en la necesidad de intensificar el uso de la tecnología e incorporar en sus procesos de decisión esquemas con un rigor científico, logrando que los productos y servicios del sector público cumplan de una mejor manera con los estándares que la sociedad demanda.
La celeridad en los tramites, inhibir prácticas de corrupción, intensificar mecanismos de control, credibilidad y desburocratización, son algunos de los beneficios que el uso de la tecnología a gran escala está trayendo consigo al interior de las administraciones públicas.
Ello ha implicado una transformación total en el quehacer público, debido a que estos cambios han exigido contar con servidores públicos mejor capacitados y calificados. La productividad y competitividad gubernamental son aspectos de una realidad que se vive de forma cotidiana en las instituciones públicas.
La creciente de demandas y la complejidad de los asuntos públicos, exigen un mayor profesionalismo en el actuar de las organizaciones gubernamentales. La escasees de recursos financieros resulta determinante para que la toma de decisiones se ajuste a criterios científicos que garanticen el éxito de la acción pública, bajo criterios de racionalidad.
Un ejemplo de ello son los enfoques de políticas, puestos en boga en los Estados Unidos en la década de los cincuentas y que se han desarrollado en Europa y América Latina en los últimos veinte años, permitiendo un creciente interés en la comunidad académica por entender y explicar los procesos decisorios al interior de los gobiernos.
La planeación estratégica, los modelos de calidad, la incorporación de la tecnología y los análisis de políticas, son ejemplos de las transformaciones que en los últimos años se han evidenciado en las administraciones públicas a nivel mundial. La globalización ha sido uno de tantos factores que han impulsado estos cambios, pues el sector gubernamental no puede ser ajeno a la modernidad e innovación en aras de construir una mejor sociedad.