Por: Milton Maciel Mata Guerrero / Divulgador científico.
El beso es tan antiguo como la humanidad misma, es un acto físico que representa un sentimiento intangible, es decir, un símbolo, por ejemplo, con un beso Judas traicionó a Jesucristo, con un beso la mafia italiana sentenciaba a muerte, con un beso te despides de un moribundo, con un beso una madre le da la bienvenida a su bebé cuando llega al mundo, con un beso le haces saber y sentir a alguien lo que sientes…
Pero, ¿Qué ocurre en el cuerpo humano durante un beso apasionado?
En los labios hay una enorme cantidad de terminaciones nerviosas, es una de las zonas de mayor sensibilidad en el cuerpo, de hecho, la zona cerebral que registra las sensaciones o estímulos provenientes de los labios es mayor que las zonas cerebrales que registran las sensaciones o estímulos provenientes de las extremidades. Después del contacto entre los labios se activa el movimiento de al menos 29 músculos, se da un intercambio de microbios (la flora microbiana de la boca consta de unas 600 especies de microbios diferentes), toda la información sensorial producida consistente en impulsos nerviosos llega al hipotálamo, a la amígdala cerebral y a otras zonas del cerebro.
El cerebro incrementa su actividad, los impulsos nerviosos viajan a más de 360 kilómetros por hora y se desencadenan múltiples reacciones bioquímicas. En el cerebro se liberan neurotransmisores como la dopamina y la serotonina que influyen directamente en el estado de ánimo, también son liberadas otras sustancias químicas como la feniletilamina comúnmente llamada “la droga del amor” y las endorfinas que tienen propiedades antálgicas. La hipófisis secreta una hormona llamada oxitocina que está relacionada con la creación y el reforzamiento de vínculos sentimentales a largo plazo.
La excitación emocional provoca que las glándulas suprarrenales secreten en gran cantidad una hormona llamada adrenalina o epinefrina la cual al ser liberada en el torrente sanguíneo estimula el sistema nervioso central, el cuerpo produce más energía y su temperatura se incrementa un poco, se acelera el ritmo cardiaco (el corazón que normalmente late unas 72 veces por minuto llega a latir más de 100 veces por minuto), se dilatan los grandes vasos sanguíneos y se estrechan los pequeños, aumenta la presión arterial, la médula ósea incrementa su producción de glóbulos rojos para así elevar la cantidad de oxígeno en la sangre, algunas zonas del cuerpo se ruborizan (enrojecen), se relajan algunos músculos y se contraen otros, se altera la respiración, se dilatan los bronquios y los bronquiolos, el hígado libera en la sangre la glucosa almacenada; un beso suave representa un gasto energético promedio de unas 10 Calorías y un beso pasional de unas 18 Calorías.
En conjunto, todo lo que ocurre produce una sensación placentera, eufórica y de bienestar…
“CITAS”
“Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso”
Lord Byron.
“Por una mirada, un mundo; por una sonrisa, un cielo; por un beso… yo no sé que te diera por un beso”
Gustavo Adolfo Bécquer.
“El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada”
Gustavo Adolfo Bécquer.
“En un beso, sabrás todo lo que he callado”
Pablo Neruda.
“El sonido de un beso no es tan fuerte como el de un cañón, pero el eco dura muchísimo más”
Oliver Wendell Holmes.