Por Gabriel Todd
La macro plaza de monterrey fue sin duda «la obra del siglo» para el centro de la ciudad en su momento. Nada en el mundo es eterno así que muchos opinamos que llego la hora de adaptarla a las necesidades actuales e inclusive integrarla, porque no, a la colonia independencia, hoy en proceso de intervención física bajo la óptica del urbanismo social. Puedo imaginar un puente peatonal con giros comerciales bien estructurados y de gran diseño cerca de palacio municipal.
La macro plaza aspira hoy a ser un espacio para toda la comunidad de lunes a domingo y puede aprovechar sus museos para mostrarlos al aire libre, para integrarle actividades recreativas vanguardistas, arte interactivo, jóvenes en patinetas, agua para los niños, educación y desarrollo turístico, lugar de reunión para electrónicamente o en vivo disfrutar espectáculos, nuevas áreas verdes, educación y cultura.
Cierro los ojos y veo su conexión original desde Avenida Madero a través de banquetas amplias y edificaciones de mayor altura en esa zona. Percibo vivienda vertical de escala humana. Ojalá y esta nueva visión turística y urbanística sea el principio de una renovación urbana real y permanente. Y que seamos capaces de generar instituciones que den continuidad en el tiempo a las buenas ideas y a los grandes proyectos.