Un pensamiento crítico y filosófico en la educación.

Spread the love

PAULO FREIRE
Dra.  Anastacia Rivas Olivo

Porque solo la existencia en comunicación dialógica, permitirá erradicar las desarmonías y equivocaciones sociales. Aro

Evidentemente el siglo XXI se perfila como una época distintiva de cambios y avances tecnológicos, muchos de ellos generados a mediados y finales del siglo XX;  cambios que si bien han contribuido a una vida más cómoda, también han llevado al hombre de nuestro tiempo a huir de la reflexión profunda sobre el sentido último de las cosas y de las personas, prefiriendo las primeras, otorgándoles prioridad en el existir,  y cosificando a las segundas como lo refiere Paulo Freire al señalar que: “…para los opresores, persona humana son solo ellos, los otros son “objetos, cosas,”1

Precisamente, esa falta de  reflexión sobre el verdadero reconocimiento del otro como persona, es ausencia en el pensamiento, puesto que solo la reflexión encausa la acción transformadora que deviene de quien consciente de sí y de su entorno busca esa transformación, dándole sentido a la existencia, a la vida.

Freire explica lo anterior cuando señala: “..toda comunicación sin acción es solo verbosidad  y toda acción sin comunicación es solo activismo”. En uno u otro axioma se evidencia la ausencia de reflexión, especialmente la falta de sentido en el vivir, en el actuar,  y en esa búsqueda  es que nos ubica el Rigoberto Pupo al señalarlo en su poemario “Buscando Sentido” en el que aborda la necesidad de la contextualización educativa, del reconocimiento y valoración del otro, de la dignidad del hombre al caminar y continuar, sin olvidar que ha dejado huella y humanismo.

Indiscutiblemente buscar sentido a la existencia, reconociéndonos en el otro, es uno de los principios del pensamiento de Paulo Freire, principio que desde el inicio le lleva a situarse como mediador-docente es decir, el que primero escucha para crecer en comunión con los otros.

Es pues que en una época de eminente pragmatismo es preciso dar a conocer la obra de pensadores que han buscado en su razón la explicación de las circunstancias y los fenómenos que les ha tocado vivir.

Uno de los aspectos de mayor complejidad para los seres humanos, es precisamente la interpretación efectiva y verás del pensamiento de los demás congéneres, puesto que el pensamiento es  la actividad y creación de la mente, creación que se va conformando en la medida que las vivencias y experiencias se incorporan a la vida misma, e indudablemente en esa incorporación, se van gestando sentimientos y emociones que a la vez producen otras ideas, otros pensamientos que necesariamente influirán en la persona misma y en el contexto en el que se desarrolla.

En el caso de Paulo Freire, consideramos que esencialmente el contexto en el que vivió, la formación familiar, el devenir crítico de su experiencia en el exilio, las condiciones socioeconómicas y políticas de su país entre otros aspectos, los que determinaron invariablemente  el surgimiento de su pensamiento analítico y crítico por antonomasia, así como su sistematización como filosofía educativa crítica, pues como él afirma “La existencia, en tanto humana, no puede ser muda ni silenciosa, ni tampoco nutrirse de falsas palabras, sino de palabras verdaderas con las cuales los hombres transforman el mundo; existir humanamente es pensar y pronunciar el mundo, es transformarlo” 3

Es entonces que cada una  de las ideas en torno a “su mundo” y a la transformación del mismo, se acuñaron con vehemencia, de tal manera que Ernari María Fiori  (Freire 1975)   Al interpretarlo afirmara que: “Paulo Freire no inventó al hombre; sólo piensa y practica un método pedagógico que procura dar al hombre la oportunidad de redescubrirse mientras asume reflexivamente el propio proceso en que él se  va descubriendo, manifestando y configurando” 4

Cuando se intenta interpretar el pensamiento de los hombres, es necesario establecer esa relación intrínseca entre el contexto, la idea, la reflexión y la palabra porque:

  • El pensamiento no sólo se refleja en el lenguaje, sino que lo determina.
  • El pensamiento precisa el lenguaje
  • El lenguaje transmite los conceptos, juicios y raciocinios del pensamiento.
  • El pensamiento se conserva y se fija a través del lenguaje
  • El lenguaje ayuda al pensamiento a hacerse cada vez más concreto.

Es pues, que en  esa unidad, se va gestando la historia de la humanidad, ya que  es el hombre quien la construye, porque con sus acciones comprometidas y sus palabras “vividas”, va integrando el entramado de la vida. Es por esto que al establecer un acercamiento a la vida de Freire, al conocer los principios y fundamentos de su filosofía, los cuestionamientos que desde temprana edad se hiciera sobre las anormalidades de la sociedad, sobre los equívocos que nadie se atrevía a señalar, se nota la autoconciencia de su propio devenir:

“Desde la más tierna edad yo pensaba  que el mundo tenía que ser transformado, que en el mundo había algo equivocado que no podía ni debía continuar. Tal vez este fue uno de los aspectos positivos y lo negativo del contexto real en que mi familia se movía, y al verme frente a ciertos rigores que otros niños no sufrían, fuese capaz de admitir, por la comparación de situaciones contrastantes, que el mundo tenía algo equivocado que necesitaba reparación” 6

Nos damos cuenta entonces que es a través de sus “palabras generadoras”, que inicia, desarrolla y sistematiza todo un movimiento pedagógico dando origen a la pedagogía social, pedagogía crítica que abarca no sólo el concepto de transformación, sino de liberación del hombre. Ya estamos en presencia de una madurez intelectual registrable, sustentada en un pensamiento filosófico educativo sistematizado.

De acuerdo a la filosofía Freiriana el pensamiento es el resultado de un proceso de conocimiento dialéctico e históricamente determinado, y es ante todo, un acto colectivo que no puede ser atributo exclusivo de unos cuantos, existe “un pensamos y no un yo pienso” 7

Es el “pensamos” lo que evidencia el trabajo colectivo, ese en el que se conjugan la creatividad, la aceptación o el rechazo, la negación o la afirmación. Ese pensamos que primero parte de una visión individual de  las cosas y  hechos, mismos que ante  una mirada colectiva develan sus aristas y componentes, de tal manera que se descubren y redescubren para transformarlos, para mejorarlos.

Es la filosofía y el pensamiento de Freire lo que permite integrar al hombre en los hechos, y los hechos al hombre, y en un  “pensamos”, “hacemos”, “actuamos”, “transformamos” se va consolidando la acción dialógica y de colaboración que debe prevalecer  en los seres humanos. Especialmente en los espacios áulicos donde la competencia magistral del docente permea y se refleja en la experiencia de los dicentes, y al conjugarse  juntos redescubren  nuevos paradigmas que emergen de una sociedad en desequilibrio permanente.

Acercamos al pensamiento y obra de Freire nos permite  no sólo delinear sus ideas,  sino aprehenderlas, para proyectarlas renovadoramente ante las circunstancias actuales que también laceran y lastiman a los necesitados y oprimidos como en el tiempo en que Freire  las acuñó, pero que él mismo  y a finales del siglo XX  señala aún como en los sesentas, que en el mundo  había algo equivocado que no debía ni podía continuar, que el mundo tenía algo que necesitaba reparación.  Reflexión que nos ubica en el hoy para llevarnos a cuestionar este presente en donde la paranoia gana terreno pues la eliminación del hombre por el hombre es lo que impera.

Dentro de toda la riqueza humanista y pedagógica que nos aporta Freire,  encontramos que en su pensamiento y producción  entre 1968 y 1981, ya existe un pensamiento filosófico educativo maduro y sistemático. Aborda temas vinculados entre sí, conteniendo elementos teóricos suficientes para descubrir la profundidad en aspectos relevantes de su pensamiento, elementos  como “la opresión”, “la liberación del hombre”, “la educación bancaria”, “la educación problematizadora”, “el proceso de codificación, descodificación”, “la comunicación dialógica”, “el hombre y su finitud” y otros más que surgen durante su devenir,  y que además de ir afianzando la aportación filosófica-pedagógica de Freire se va encontrando su aplicación congruente y pertinente, coincidiendo muchos de sus seguidores  que no solo es la aportación de un método alfabetizador sino que es toda una cultura nueva sobre la concepción de la educación según lo señala Henry A. Giroux  “Su trascendencia no tiene límites, pues cruza las fronteras para proveer a otros de nuevas ideas, es Freire en Recife como lo es en cualquier lugar del mundo y una vez más Freire nos demuestra que no solo es un hombre del presente, sino un hombre del futuro.10

Uno de esos elementos teóricos es el énfasis que establece para la comunicación, pero ésa que permite la relación especial entre  seres humanos para conocerse y comprenderse, relación dialógica en donde la palabra es de todos, palabra que lleva fuerza para transformarse y crecer, es decir, esa esencia del diálogo que lleva a la reflexión-acción, como lo indica al expresar: “El mundo social y humano, no existiría, como tal, si no fuese un mundo de comunicaciones, fuera del cual, sería imposible el conocimiento humano”.11

Es en el plano de la comunicación humana que se construye, pero indiscutiblemente  sólo a través de la comunicación dialógica,  puesto que las ideas al incorporarse a los diálogos originan proyectos de vida y para la vida.  La comunicación dialógica es en donde se origina el conocimiento: “Sin la relación comunicativa entre sujetos cognoscentes en torno a un objeto cognoscible,- escribe Freire, mostrando un pensamiento sistematizado y profundo-  desaparecería el acto cognoscitivo, por lo tanto la función gnoseológica no puede quedar reducida a simples relaciones sujeto-objeto”.12

El filósofo brasileño, conscientemente se acerca a un paradigma hermenéutico comunicativo, como sustento de la comunicación o la intersubjetividad. No se queda – en el acto cognoscitivo – en la simple relación sujeto–objeto, exige pasar a la relación sujeto–sujeto, mediado por la praxis, que tanto apreció bajo la influencia del marxismo.

Freire hace énfasis precisamente,  en esa  comunicación dialógica  iniciada desde los tiempos de Sócrates en el año 470 AC a través de la mayéutica, pues Sócrates pensaba que toda persona tiene conocimiento pleno de la verdad última contenida dentro del alma y sólo necesita ser estimulada por reflejos conscientes para darse cuenta de ella.13

Es a través del diálogo, de esa apertura de pensamientos que se descubren las emociones, las sensaciones, las necesidades, las injusticias, las realidades de los seres humanos y quienes a través del redescubrimiento de  su realidad y de su experiencia pueden reflexionar y actuar, llegando a esa praxis tan necesaria para transformar; y ese diálogo es el que se requiere en las aulas, para que los alumnos no solo demuestren la apropiación de la información sino que a través del trabajo colaborativo expandan las alas de la creatividad para crear nuevos conocimientos a fin de afrontar los retos de hoy y del mañana y logren la verdadera transformación.

Una transformación que a nuestro juicio es “individual-social”, transformación y cambios necesarios para la liberación de los hombres. Pensamiento sustantivo que  permea en toda la obra  crítica de Friere, ya que influenciado por las ideas de grandes pensadores como Gramsci, que dicta la necesidad de un nuevo sentido común para el intelectual orgánico que busca una nueva hegemonía, y por Habermas  que busca la creación de un discurso ideal que permita no sólo la  interpretación de la sociedad y del hombre con el hombre, sino la comunicación  emancipadora  entre los seres humanos, emancipación que fundamente una psicología social crítica, pero que necesariamente demanda no sólo reflexión, sino praxis, porque sin ésta esa reflexión se queda en la contemplatividad.

En el contexto histórico social encontramos frecuentemente la inexistencia de este proceso dialógico entre las personas, proceso que demanda conexiones e interrelaciones, en donde la tolerancia, la aceptación, el respeto al unísono permitan la integración total para la transformación, en ausencia de esa dialogicidad el ser humano se convierte en un ser sin palabra, un ser dentro de la cultura del silencio, que impide la reflexión y el habla y que en ocasiones aún existiendo reflexión, se tiene miedo a la comunicación, como lo señalara un campesino durante una de las sesiones de alfabetización en Santiago de Chile al preguntarle porqué no había aprendido a leer:

“Amigo mío- dijo-, antes ni siquiera pensaba. Tampoco lo hacían mis amigos”  -¿Porqué? – le preguntamos. “Porque no era posible. Vivíamos cumpliendo órdenes. No teníamos nada qué decir. Sólo cumplíamos órdenes. – fue una enfática respuesta.

“ No teníamos nada que decir”,  respuesta  que es la evidencia existencial de la cultura del silencio, en donde existir es sólo “vivir”, en donde el cuerpo sólo cumple órdenes superiores, en donde pensar es difícil y hablar es prohibido.15

Esta situación es otra de las causas por las que el pensamiento de Freire se ubica en esa realidad para sustraer, a través de la reflexión crítica con los demás, esa cultura del silencio a fin de que emerja la  nueva cultura, la de la comunicación dialógica, reflexiva para admirar la realidad, y a través de la praxis transformarla.16

Los principios de la pedagogía de Paulo Freire son las palabras articuladoras del pensamiento crítico y la pedagogía de la pregunta, principios que evidentemente llevan a la codificación y descodificación de la realidad, principios que facilitan el tránsito de la educación que sólo informa hacia aquella que forma, que facilita el tránsito de la pasividad a la actividad con sentido y direccionalidad, que en suma, mueve al ser humano a vivir y hacer su historia, y en una dinámica de praxis real se ubica no como un ser aislado, sino acompañado, como un ser social que piensa, siente, valora, actúa y se comunica.

Todo lo anteriormente expuesto, evidencia la existencia del desarrollo y sistematización de su pensamiento filosófico y su concreción en la educación y la cultura, en general. Un pensamiento constituido en un fuerte corpus de conceptos, ideas y principios, capaz de dar cuenta y razón de una realidad alienante que debe ser cambiada de raíz  y como los señalara el Dr. Luis Eugenio Todd “…No volver a repetir los errores de la visión lejana permite apreciar con claridad y acompañar el proceso de desarrollo con la convicción de que, sin educación los desarrollos se autolimitan a la materia  y con la infraestructura educativa y cultural fuerte, las comunidades desarrollan armónicamente el espíritu y encuentran su razón de ser”.18

Bibliografía

1 Freire, P. (1985),  Pedagogía del Oprimido. Siglo XXI editores  México.  Pág 52.

2  Pupo, R. (2005) Poemario Presentado en la cátedra sobre Axiología en el INESJM

3  Freire, P (1985) Pedagogía del Oprimido.

4  Ibidem, Pág 69

5  La biblioteca de Celso en Wikipedia, El pensamiento (2001)  enciclopedia libre..

6  Freire, P. (1994) Cartas a Cristina, Siglo XXI editores. Pág 31

7  Varela Barraza y Escobar Guerrero (2001) La importancia de Leer y el proceso de liberación de P. Freire  Siglo

XXI editores México.

8  Ibídem, Pág. 37

9  Christopher G. Robbins es un profesor asistente en la Fundación Social de Educación en la  Eastern Michigan

University. Señala a Henry Giroux como principal promotor de la filosofía Freiriana.

10  Freire P. (1990)  La naturaleza política de la educación. Cultura, poder y liberación. Siglo XXI ed. México,  Pág.

61.

11 Freire, P.  Pedagogía del Oprimido (1975)  Siglo XXI editores México. Pág. 99

12 Freire, P ¿Extensión o comunicación?  (2001) Siglo XXI editores. Pág. 73.

13 Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2002. © 1993-2001 Microsoft Corporation.

14Jürgen Habermas (1929 ) sociólogo y filósofo alemán, uno de los máximos representantes de la Escuela de Frankfurt.

15 Freire, P. (1990) La naturaleza política de la educación. Cultura, poder y liberación. Siglo XXI ed. México. Pág. 80

16 Ver P. Freire (1990)  La naturaleza política de la educación. Cultura, poder y liberación. Siglo XXI editores México, pp. 31

17 Subtema 3 del Capitulo I de la Tesis Doctoral de Anastacia Rivas Olivo “El pensamiento filosófico de Paulo Freire y su concreción en la Educación”

18 Zavala Treviño, Juan R. (1990) Historia de la Educación Superior en Nuevo León.

 

 

 

 

 

 

One thought on “Un pensamiento crítico y filosófico en la educación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back To Top
Spread the love